El maquiavelo de León

Ha caído entre mis manos, gracias a un cariñoso regalo, un libro que me ha tenido entretenido hasta el final; no he podido parar de leerlo hasta el final.

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Este libro ha sido calificado por la crítica como el texto más duro e implacable escrito sobre el presidente del Gobierno. Escrito por José García Abad y publicado por La Esfera de Libros, cuenta que el Zeta no es el cervatillo Bambi, como le llamó Alfonso Guerra, ni "un lobo con corazón de cordero", como le define su amigo Cándido Méndez, sino un híbrido, un "lobobambi", frío, silencioso, calculador y obsesionado por la imagen, es pues, EL MAQUIAVELO DE LEÓN.
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Os lo recomiendo a todos mis lectores y lectores, clarifica y, especialmente, retrata lo que tenemos de Presidente de España. No dejéis de leerlo.

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He aquí algunos estractos:

- "Si él estima que se la haces, pone tu nombre en la bala. Se toma su tiempo, pero finalmente dispara. Las balas las tiene contadas, y no derrocha ninguna. Pero tenlo seguro: ni olvida, ni perdona".

- "Conversación entre Zapatero y Caldera: ‘Por qué me cesas, José Luis. ¿Qué he hecho yo para merecer esto?’ …Se lo explica: ‘Por tu política inmigratoria’. ‘Será por la tuya’. Y… le aclara con sonrisa maquiavélica: ‘Por eso, Jesús, por eso".

- "Sí, puedo decir que es rencoroso. Ni olvida, ni perdona. Es un killer… si no es necesario no te mata… pero no deja ninguna afrenta por castigo… El día que caiga, nadie va a llorar con él, eso te lo aseguro”. “En su papel mesiánico, o quizás adanista, le cuesta situarse como el segundo presidente socialista de la historia de España. Una de sus obsesiones es superar en carisma a Felipe González, a cuya gestión empieza por negarle la condición de socialista”.

- “Piensa que sea cual fuere el problema que se presente, tiene la formación y los criterios suficientes para resolverlo. Es como un niño. Los niños no saben dónde está el límite y creen que pueden volar como Spiderman".

- "A los críticos les tolera dos veces, quizá tres, pero a la cuarta pierde todo interés por escucharles y lo justifica de mil maneras: “Ese me envidia”, “Este otro no ha conseguido lo que quería”, o “aquel no tiene los datos de que yo dispongo”… “No escucha. Es autista. Ha sido siempre así… El error es convertir su endeble envergadura en un mito".

- "Si un día cae, nadie saldrá en su ayuda… Nadie se atreve a contradecirle, pero algún día saldrá toda la rabia, todo el rencor contenido".

- "Cuando más se indigna es cuando quienes le critican son el diario El País o la cadena SER. En un momento determinado dijo, como hablando para sí mismo: “Voy a por ellos. Voy a cargarme a Prisa".

- "Lo que en él puede parecer soberbia no es más que la manifestación de su mesianismo: él está convencido de que ha sido ungido con un don especial, que es portador de un destino manifiesto, para cuyo cumplimiento se vale él solo".