
Ese es el mundial que no quería ganar el PP, habría que aclarar a De la Vega. El mundial del paro, señora vicepresidenta. El único campeonato al que juega este Gobierno. El único en el que Zapatero puede emular a los Villa, Iniesta y Puyol, aunque sea a base de autogoles.
Pero tranquilos, que el presidente le va a subir los impuestos a los ricos, porque él ya lo único que quiere es ser Robin. No se confundan. Él no quiere ser Robin Hood, el arquero de Sherwood, sino Robin, el pupilo de Obatman. El problema es que su sonrisa, qué le vamos a hacer, señor presidente, siempre nos recordará al Joker.
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